El 1 de julio de 1974 se apagaba la voz del líder de los trabajadores
Un día como hoy, hace 50 años, moría en Buenos Aires Juan Domingo Perón, el hombre que cambió la historia política, social y económica de Argentina y de América Latina, con su proyecto de justicia social, independencia económica y soberanía política. Su muerte dejó un vacío de poder y de liderazgo en el país, que se sumió en una espiral de violencia y de crisis que desembocaría en la dictadura más sangrienta de su historia.
Perón había nacido el 8 de octubre de 1895 en Lobos, provincia de Buenos Aires. Se dedicó a la carrera militar y llegó a ser coronel y vicepresidente de la Nación. Desde su cargo de secretario de Trabajo y Previsión, impulsó una serie de medidas que beneficiaron a los trabajadores, como el salario mínimo, el aguinaldo, la jubilación, la sindicalización y la negociación colectiva. Su popularidad creció entre las masas obreras, que lo llamaron “el primer trabajador”.

El 17 de octubre de 1945, una multitud de trabajadores salió a la calle para pedir la liberación de Perón, que había sido detenido por sus opositores dentro del gobierno militar. Ese día nació el peronismo, un movimiento político y social que expresaba las aspiraciones y las demandas de los sectores populares. Perón se casó con Eva Duarte, una actriz que se convirtió en su compañera y en la líder del movimiento femenino peronista.
Perón fue elegido presidente por primera vez en 1946, con el 52% de los votos. Su gobierno se caracterizó por una profunda transformación del país, que se basó en los siguientes pilares:
- La nacionalización de los servicios públicos, los ferrocarriles, los bancos, el comercio exterior y los recursos naturales, como el petróleo y el gas.
- La industrialización y la diversificación de la producción, que generó un aumento del empleo, del consumo y del mercado interno.
- La redistribución del ingreso y la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores, a través de aumentos salariales, planes de vivienda, salud, educación y cultura.
- La ampliación de los derechos políticos y sociales, especialmente de las mujeres, que obtuvieron el voto y la participación en la vida pública.
- La integración latinoamericana y la política de Tercera Posición, que buscaba mantener una posición equidistante entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y fomentar la cooperación y la solidaridad entre los países de la región.

Perón fue reelecto en 1951, con el 62% de los votos, pero su segundo gobierno se vio afectado por la muerte de Eva Perón en 1952, por la oposición de la Iglesia y de la oligarquía, y por el deterioro de la situación económica. En 1955, un golpe de Estado lo derrocó y lo obligó a exiliarse en España, donde permaneció durante 18 años.
Perón regresó al país en 1973, tras una larga resistencia popular y una serie de levantamientos militares. Fue recibido por una multitud que lo aclamó como el líder indiscutido del pueblo. Se presentó a las elecciones y ganó por tercera vez la presidencia, con el 62% de los votos.