Masiva movilización por el Día del Trabajado
Este 7 de agosto, en el marco de la conmemoración del Día de San Cayetano (patrono del pan, la paz y el trabajo), la CGT y otras centrales obreras, junto a movimientos sociales, protagonizaron una multitudinaria movilización hacia Plaza de Mayo. Bajo la consigna “Tierra, Techo y Trabajo”, la jornada se convirtió en una contundente expresión de rechazo a las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei y en defensa de los derechos laborales, la producción nacional, la justicia social encontrar de los vetos presidencial a las recientes leyes aprobadas en el congreso nacional al aumento de jubilaciones, moratoria y emergencia en discapacidad.

Desde temprano, columnas de la CGT, las CTA (Autónoma y de los Trabajadores) y la UTEP partieron desde el santuario de San Cayetano en Liniers, en una peregrinación cargada de simbolismo. A lo largo del recorrido, se sumaron agrupaciones populares, gremios y compañeros en general.
Entre las columnas más numerosas y organizadas se destacó la de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), que marchó en defensa de los trabajadores estatales pidiendo el cese de los despidos indiscriminados por parte del gobierno nacional. UPCN pidió por la reincorporación de los despedidos sin causa, la estabilidad laboral y el fortalecimiento de los derechos del sector público, en un contexto de creciente vulnerabilidad para los empleados estatales.

Dentro de esta columna, la Agrupación Peronista Blanca tuvo un rol protagónico. Con la presencia de su presidente Fernando Barrera y referentes de todas las comunas de la Ciudad de Buenos Aires, la agrupación reafirmó su compromiso con los valores históricos del peronismo: justicia social, equidad y defensa de la clase trabajadora.
La jornada concluyó en Plaza de Mayo, fue una demostración de fuerza y unidad. La CGT, las CTA, los movimientos sociales y agrupaciones como la Peronista Blanca dejaron claro que no están dispuestos a retroceder en conquistas históricas. En tiempos de incertidumbre, el movimiento obrero argentino volvió a ocupar las calles con una voz clara: trabajo digno, pero también las banderas del peronismo la justicia social, la independencia económica y la soberanía política.




