
Este miércoles 17 de septiembre, una impresiónate movilización con miles de manifestantes copo la plaza congreso y sus alrededores llegando con manifestante hasta la avenida 9 de Julio.
A la movilización de todos los miércoles llevada adelante por jubilados y pensionados, los cuales están sufriendo las medidas descarnadas llevadas adelantes por el gobierno nacional, se sumaron otros colectivos en este caso para apoyar las leyes de Emergencia Pediátrica Y Financiamiento Universitario, vetadas por el gobierno nacional.

Además de los ya mencionados jubilados, se hicieron presentes columnas de todas las universidades cercanas a la ciudad de Buenos Aires, partidos políticos opositores a las medidas de hambre aplicadas por el presidente Milei y distintos sindicatos pertenecientes a las distintas centrales obreras. Como es habitual se destacó la columna de la CGT y entre los sindicatos de esta central la presencia de la UPCN y su brazo político la Agrupación Peronista Blanca, la cual contó con referentes de todas las comunas además de su presidente Fernando Barrera.
Con la consigna “No a los vetos. Sí a la Universidad y la Salud Pública” las distintas columnas se fueron acercando a la plaza a partir de las 14hs, para cerca de las 17hs cuando la cámara de diputados voto en contra de ambos vetos, la masiva movilización exploto de alegría, ya que con estos vetos se le continúa poniendo un freno a las políticas nefastas del gobierno nacional.

La masiva movilización en la ciudad de Bueno Aires se replico en todo el país, existiendo presencia en todas las ciudades del país demostrándole al presidente Milei que la salud, la educación, la discapacidad, los jubilados, son temas transversales a toda la sociedad.
En lo que respecta a la actividad legislativa el presidente Javier Milei sufrió una histórica derrota en el Congreso, sus vetos al financiamiento universitario y a la emergencia pediátrica del Garrahan fueron rechazados por abrumadoras mayorías (181-60 y 174-67). La oposición unificada, incluyendo peronistas, radicales, izquierda y hasta ex aliados oficialistas, superó los dos tercios necesarios para insistir con las leyes.

Esta votación marca un punto de inflexión en la relación entre el poder ejecutivo y legislativo, y representa una de las peores derrotas parlamentarias para un presidente en la historia reciente argentina.